Al analizar las noticias que diariamente se dan de cada país alrededor del mundo, nos percatamos que muchos son los que pasan por terribles situaciones, y esto lo vemos reflejado en la precaria situación que viven muchas personas, en los distintos países del mundo.
Estos factores hacen que nazca en la persona el deseo de salir de su patria, con el fin de buscar una mejor vida, una mejor condición económica que lo ayude a sustentar a su familia.
Este es el caso de Venezuela, diariamente escuchamos y vemos por las calles de nuestros barrios muchos ciudadanos que migraron a nuestro país en busca de un futuro mejor, pero que lastimosamente al llegar acá, la vida color de rosa que le pintaban es mucho más complicada de lo que se imaginaban.
La mayoría son mujeres y hombres jóvenes, aunque lamentablemente también hay muchos niños que, han salido de su país debido a la crisis en que se encuentra Venezuela, como es de conocimiento público. Vale indicar, que entre ellos también hay colombianos que han venido en busca de un mejor horizonte.
Los venezolanos alegan que no ven futuro en su país por eso, obligadamente, lo han abandonado dejando a sus familiares y que con lo poco que consiguen trabajando poder ayudarlos. Estas personas están viviendo en la intemperie, cerca de las canchas ubicadas alrededor del Terminal Terrestre de Guayaquil, lugar que por el momento se ha convertido en refugio para descansar.
Es ahí que llegó la mano amiga de Dios, quien usa como instrumento a los voluntarios Ángeles de la Noche de la Iglesia Universal, para solventar un poco las necesidades que estas personas requieren. Cada noche el mensaje de Dios es impartido a cada uno de los presentes, en donde se les exhorta indicándoles que Dios espera de ellos su aceptación y que sólo Él podrá sacarlos adelante, realizándoles el sueño que tienen, como es ayudar a su familia y un día poder, libremente, regresar a su país.
Durante la semana fueron atendidos con viandas de alimentos, kit de aseo, cortes de cabellos y limpieza facial. El acto más placentero es ver que muchas de estas personas han aceptado a Dios, ya que acuden a la Iglesia en busca del Señor Jesús, participando de las reuniones que diariamente se realizan. Los Ángeles de la Noche van en busca de quienes los necesitan.