No basta decir: “Yo creo en Dios” DEMUÉSTRELO CON ACTITUDES
Cuando un nuevo año empieza todas las personas realizan una lista mental de cosas que quieren hacer en ese año y que quizás no pudieron hacer el año anterior. Esa lista siempre esta llena de sueños, deseos y anhelos que hasta la fecha no se han cumplido y esperan que si ponen todo de ellas se puedan cumplir en este año.
Esa planeación no está mal, el problema surge cuando las personas se afanan y recurren a personas que supuestamente pueden predecir el futuro o inclusive alterarlo y todo para tener la seguridad de que ese nuevo año estará lleno de felicidad, amor y prosperidad.
Pero eso no es necesario para quien tiene fe. Las personas que tienen depositada su confianza en Dios saben que este año será el mejor de sus vidas, que sin importar cuántas adversidades surjan, serán nada en comparación con las conquistas y bendiciones que Dios derramará.
No es necesario que yo sea vidente, brujo o chamán para decirle que las promesas están a su disposición sólo para que usted las acepte, crea y las viva.
En el libro de Deuteronomio 6 se habla sobre lo necesario para obtener aquellas promesas: “Escucha, pues, oh Israel, y cuida de hacerlo, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera, en una tierra que mana leche y miel, tal como el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha prometido.”
Cuando la Biblia dice “Escucha, pues, oh Israel…”, lo dice por aquellas personas que están en la fe, firmes en la Palabra de Dios y excluye a aquellas que están más pendientes de entregar su futuro a unos naipes (cartas del tarot) o a una vidente que supuestamente posee poderes extrasensoriales y predice el futuro.
Cuando usted escucha la Palabra de Dios, usted supera una barrera pero todavía le falta el punto más importante, el practicar lo que escucha. No es lo mismo decir: “¡Yo creo en Dios!”, a vivir lo que usted está diciendo.
Si usted quiere que el 2015 se diferencie a sus otros años, es fácil, lo único que tiene que hacer es: escuchar y practicar lo que escucha de Dios.
En este año ya está determinada su victoria, pero si usted no sabe escuchar y pone en práctica lo que escuchó entonces tampoco funciona. El secreto para cambiar de vida se mantiene en saber escuchar y practicar lo que escucha pero de forma prudente y sabia.
El mes de Enero es sólo el inicio del año, pero es en este mismo mes en donde usted decide el rumbo en el que los otros meses irán, ya que si usted inicia mal este año también puede tener la plena seguridad que de la misma forma lo terminará.