Cuando la Sede de la Universal llevaba 9 años en la Avenida Quito 1100 y calle Luque, comenzaron las conversaciones para construir una catedral que acoja a los millares de asistentes que, ya en esa época, no entraban en las instalaciones de la Iglesia.
El Obispo Claudio Goncalves, encargado del trabajo de la Iglesia en el país en el 2001, encomendó la misión de contemplar terrenos para la futura catedral, a los pastores, quiénes ya proyectaban que la nueva catedral debería acoger por lo menos más de 3.000 personas.
Tuvieron que pasar varios años para que se encontrara un terreno lo suficientemente grande, con ubicación céntrica en la ciudad y que tuviera los predios en venta.
En aquel año, 2005 a inicio del 2006, el nuevo responsable del trabajo de la Universal en aquel tiempo, el pastor Laurindo Pinheiro, comenzó la compra de la que en ese tiempo era la fabrica “Ales”, por $ 2’200.000, y meses después se realizó la demolición de la fabrica, para poder construir la catedral desde sus cimientos.
La obra debería ser culminada en tan sólo 12 meses, pero antes de que comenzará se realizó una reunión especial con todos los fieles de la Iglesia. El pastor Laurindo junto a otros pastores procedieron a realizar la unción del terreno.
Como era la primera catedral de Sur América del lado del Pacífico que la Universal estaba realizando, la expectativa por parte de los ecuatorianos era aún mayor.
El diseño fue establecido y aprobado directamente por el equipo de arquitectos de la Iglesia en Brasil y la constructora a cargo fue Inmomariuxi C.A., en total más de 200 trabajadores fueron contratados y laboraban a jornada completa, es decir la catedral era construida las 24 horas del día.