“Y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo”. Juan 9:7
Jesús curó a un hombre que nació ciego, un hombre para quien no había esperanza, humanamente hablando era un caso irreversible, incluso con toda la tecnología que existe en nuestros días no habría remedio, pues estaba confinado a vivir ciego toda su vida.
Usted puede estar enfrentando una situación similar, en la que aparentemente no existe una salida o solución, pero, así como en el estanque de Siloé sucedió lo imposible, el milagro que usted espera por la fe también sucederá en su vida. ¡Porque para Dios nada es Imposible!
Participe este domingo en la Concentración de Fe y Milagros en la Iglesia Universal más cercana a usted y aprenda como alcanzar el milagro que tanto anhela.