La noche para este grupo de Acción Social empezó con una oración, seguida de indicaciones y consejos para un nuevo desafío, encontrar en cualquier parte de aquella fría noche a personas que quieran una oportunidad para revertir el cuadro de miseria extrema, de enfermedades, de vicios, etc.
La primera parada se realizó en las afueras del área de EMERGENCIAS del Hospital de Guayaquil ubicado en el suburbio oeste de la ciudad, ahí el cuadro fue conmovedor, personas desesperadas, con lágrimas en los ojos contaban para nuestros voluntarios la gravedad de sus parientes que se encontraban siendo atendidos en dicho hospital, algunos estaban más delicados con pronósticos reservados, lo que motivo a los Ángeles de la Noche a contrarrestar con una palabra de fe todo pensamiento negativo que en aquella hora invadía la mente y el corazón de aquellas personas.
Muchos al percibir la presencia del grupo mostraron su fe y pidieron oración por sus familiares. Concluida esa parte, los Ángeles fueron en búsqueda de los moradores de las calles que en aquella noche parecieron haberse multiplicado, uno de los integrantes contó su experiencia al atender a uno de ellos, el señor Roberto, quien lleva más de 10 años viviendo en las heladas veredas de Guayaquil, este hombre de 75 años reveló estar en esa situación a causa de los vicios de la marihuana y del alcohol, así también explicó que su familia varias veces lo ha ido a buscar para mostrarle cuanto necesitan de su presencia en casa, pero Roberto no sabe explicar por qué extraña razón no tiene fuerzas para volver.
El deseo de seguir era el sentir de los voluntarios, pero alrededor de las 2:30 de la mañana tuvieron que terminar el recorrido, esperando que llegué pronto el próximo jueves para ir en búsqueda de los sufrido y de aquellos que han sido olvidado por la sociedad.