– Pequeñas cosas. Como tirar la toalla mojada en la cama, por ejemplo;
– Dinero. Usted está pasando por una etapa difícil y no sabe cómo lidiar con ello;
– Los celos. Usted o su pareja no se pueden controlar y esto está generando mucha ansiedad;
– La falta de atención. Esto lo incomoda mucho y no sabe que más hacer para recibir cariño;
– La familia o los amigos. Terceros han influido negativamente en su relación.
Muchas parejas viven luchando en nombre de una o más de las razones citadas anteriormente. Hay casos donde se llega a quedar en vergüenza con los vecinos, por armar escándalos.
Cuando usted tiene hijos, la situación es aún más difícil. El exceso de discusión perjudica el desarrollo de ellos, y algunos, llegan a pedirles a sus padres que se divorcien.
Con el tiempo, los ataques verbales se convierten en físicos y las personas de afuera comienzan a influir en la relación.
El círculo vicioso ya está formado y parece que nada se puede hacer para remediar la situación. Es así, que muchos casados llegan a divorciarse por no saber lidiar con sus desacuerdos.
¿Usted encaja en alguna de estas situaciones? Aprenda a competir con su cónyuge que es más orgulloso o que queda más tiempo en silencio después de una confrontación.
Por eso, la próxima “Terapia de Amor” será dirigida a todos aquellos que están enfrentando problemas relacionados con peleas o que hoy están solteros, pero tienen traumas porque vivieron o presenciaron relaciones así.