Algunas personas saben desde pequeñas de qué trabajarán cuando sean grandes. Pero, en la mayoría de los casos, elegir una profesión no es una tarea fácil. Para los jóvenes que deben seleccionar una orientación educativa la elección es aún más difícil, pues su decisión determina un proyecto de carrera que puede extenderse por toda la vida.
Hay diversos factores que pueden influir en la decisión, como la opinión de la familia, la de los amigos o incluso la de la escuela. Por todas estas razones, siempre surge el mismo interrogante: ¿qué hacer para no equivocarse al elegir una profesión?
Los especialistas coinciden en que cada persona está dotada de características que fueron formadas por su historia de vida y son esos puntos los que van a contribuir en la decisión final.
La realización de tests vocacionales es recomendable, porque se simulan situaciones diarias para que el joven perciba qué áreas le gustan más, basado en películas y actividades diarias que realiza. Aunque no determine su elección, el test lo ayudará a definir un área de interés en la que luego puede elegir profesiones.
Aunque también puede suceder que el joven elija algo diferente a lo que señala el test. En esos casos, suele pesar más la opinión del entorno, el nivel salarial y el estatus profesional, que se usan para convencer a quien tiene dudas.
Finalmente, pero no por eso menos importante, siempre es fundamental contar con la orientación de Dios, porque de Él viene la dirección segura para tomar cualquier decisión.