La gastritis es una inflamación que se produce en el revestimiento del estómago y entre los síntomas más comunes están el dolor abdominal superior o ardor en esa zona, indigestión y náuseas.
El tratamiento de la enfermedad depende del tipo de gastritis, sin embargo, no tener una adherencia al tratamiento, o no seguir la prescripción exacta del doctor, puede tener consecuencias, ya que el mal puede desarrollarse en úlceras e incluso cáncer de estómago, según explica Javier Molina, gastroenterólogo.
Pero antes que curar la enfermedad, es mejor prevenirla, sugiere el experto.
La clave está en la alimentación, asegura. “Debemos informarnos sobre qué comer, y comer en horas específicas y cantidades proporcionadas, cinco veces al día”, explica Molina.
Se deben evitar, por ser irritantes: el alcohol, café y té, leche entera, frutas y jugos cítricos, pimientos, carnes muy condimentadas, embutidos, tomate y sus derivados. Si ya existe el diagnóstico de la gastritis, se pueden ingerir alimentos como: los vegetales, frutas (no cítricas), verduras, carne sin grasa y productos integrales, aceite de oliva, mucha agua, todo preparado en casa.
Si por trabajo se saltan comidas, siempre se debe llevar snacks, como galletas integrales, frutas, frutos secos; ni dulces, ni grasas. (F)