Problemas, todo el mundo tiene la cuestión es, ¿qué hace con ellos?
La mayoría de nosotros odiamos problemas, por motivos obvios, claro: nos quitan la paz, causa trastorno en nuestra rutina, nos entristece, cambia nuestras expectativas y hasta traen otros problemas. Sólo que hay una minoría que aprendió a sacar provecho de ellos, y yo puedo decir que hoy formo parte de esa minoría – pero no siempre fue así.
Hace algunos años atrás, yo me veía víctima de ellos. Me comparaba con otras personas que no los tenían y lo veía cómo una injusticia de la vida. ¿Por qué yo? ¿Será que todo para mí siempre será tan difícil?
En la escuela, nunca fui popular y me vi muchas veces tiendo que comer a escondidas durante el recreo porque no había nadie para comer conmigo.
Durante mi infancia, no podía hacer deporte porque sufría con bronquitis asmática.
En la adolescencia, no tenía las cosas que las otras jóvenes tenían, cogía ropa de mi madre para que no tener que usar las mismas ropas constantemente.
En mi vida sentimental, no podía salir de casa, tenía que pasar todo el día con mi novio y mi hermano en la sala.
En mi matrimonio, no recibía la atención de mi marido, lo que me anulaba poco a poco
En los diferentes problemas que pasé después, no había nadie para aconsejarme, enseñarme, corregirme, educarme. Tuve que aprender todo a base de situaciones difíciles. Hasta que un día, miré para atrás y vi cuanto bien me había hecho todo eso… En la escuela, me guardé de las malas influencias. En la infancia, desarrollé mi ingenio de escritura porque tenía que quedarme en casa. En la adolescencia, tuve que ser creativa con mi manera de vestir. En el noviazgo, me respeté y fui respetada. En el matrimonio, descubrí lo insegura que yo era y pude superar eso.
En los diferentes problemas después de eso, desarrollé una madurez espiritual increíble…
Si no fuera por todos esos problemas que tuve con mi hijo, no habría fundado el Godllywood. Si no fuera por todos los problemas que tuve en mi matrimonio, no habría escrito juntamente con mi marido el libro Matrimonio Blindado, ni hecho el trabajo que hacemos actualmente con La Escuela del Amor y la Terapia del Amor.
Chicas, hasta el día de hoy tengo problemas, pero ellos no me hunden más. Incluso los veo como algo positivo para más adelante, aunque aún no entienda el porqué de ellos. Aprendí a sacar provecho de ellos y les aconsejo que hagan el mismo
En vez de quedarse llorando, envidiando la vida de los otros, o reclamando – ¿qué tal usar sus problemas para convertirse en una mejor persona ?