“Y el hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.’ Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.’” (Lucas 15: 21-24); con este mensaje de vida, se llegó a la consciencia de los miles de asistentes que se encontraban el domingo 7 de agosto a las 7 de la mañana en la Av. Quito 1100 y calle Luque – Guayaquil, para oír la reunión especial que estaba siendo realizada por el obispo Djalma, responsable del trabajo de la Universal en Argentina.
“Cuando soy usado para que un pecador logré arrepentirse, en la misma hora, no importa el día, en el mismo momento hay una fiesta en el cielo y es posible tener una fiesta en el cielo 24 horas al día, por los 365 días del año”, señaló el obispo Djalma.
Luego del mensaje se procedió a realizar una oración especial en donde las personas encomendaron su vida en las manos de Dios y anhelaron ser salvos para toda la eternidad.
A continuación, el obispo bendijo a los presentes y ofreció la Santa Cena el pan que representa el cuerpo y el jugo de uvas, que representa la sangre de nuestro Señor Jesús en donde más de uno tuvo la certeza de un nuevo inició.