“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” (1 Corintios 9:24-25)
Esta es una comparación que el apóstol Pablo hace con respecto a la salvación, semejante a las carreras olímpicas, en las que usted debe correr de tal manera que pueda obtener su salvación eterna; y esto requiere toda su fuerza, toda su fe, toda su vida en el Altar de Dios, por eso, debe abstenerse de todo lo que este mundo le ofrece.
Usted deberá renunciar a todo para enfocarse únicamente en la meta, que es su salvación eterna.
Si usted desea ser fortalecido por Dios, participe este próximo domingo 26 de enero a las 9h en el Templo de la Fe, en Av. De Las Américas 305 en la Gran Concentración de Fe y Milagros, en la oportunidad reciba el Aceite Bendito, consagrado en Tierra Santa.