“El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Juan 6:56
Muchos participan del pan y del vino pero pocos de la carne y de la sangre de Jesús.
La diferencia está en los que sacrifican estos son partícipes del cuerpo y de la sangre de Cristo.
Mas aquellos que no viven una vida de sacrificio de entrega total apenas participan del pan y del vino.
No viva postergando su entrega a Jesús.
Cuanto más rápido haga las paces con la palabra sacrificio, más rápido su vida cambiará.
Invitamos a todos que participe todos los domingos a las 9 de la mañana en esa Concentración en la Av. de Las Americas 305, Kenedy Norte- Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a usted.