LA VOZ DE LA FE Y LA VOZ DEL CORAZÓN “Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuándo viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.” (Jeremías 17:7-8)
Este árbol que la Biblia menciona, es usted, y las aguas, son la Palabra de Dios.
Cuando usted pasa por dificultades y decide dar oídos a la voz de Dios, a través de ella recibe la fuerza y poder, para creer y obedecer lo que Dios le está hablando.
Confiar en Dios es entregarle esa vida llena de problemas en el Altar por medio de su sacrificio, sin oír la voz del corazón, que es la voz de la duda, ya que el corazón es el mayor enemigo de la fe. Es importante que usted sepa la diferencia entre la fe emotiva y la fe inteligente.
El corazón es responsable por todo el infierno que el ser humano vive aquí en la tierra, pues las personas dan más oídos a la voz de éste, que a la voz de la fe.
Es necesario nacer de nuevo para tener un nuevo corazón, de lo contrario, su corazón será su peor enemigo, pues éste siempre le llevará la contraria a la voz de Dios en su interior.
La fe del Espíritu Santo está más adherida a las luchas y dificultades que a las bendiciones y milagros, pues cuando todo va bien es fácil tener fe, pero las circunstancias adversas y los momento más oscuros de la vida, se convierten en oportunidades para oír la voz de Dios y manifestar la fe inteligente, la fe en la Palabra de Dios.
Abraham enfrentó muchas dificultades, él no hizo milagros, pero venció todos los desiertos y se convirtió en el Padre de la fe, porque no escuchó la voz del corazón, sino que confío en Dios obedeciendo Su Voz. “Pero Dios había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré». (Génesis 12:1)
Cuando usted oye la voz de Dios y la obedece al igual que Abraham, deja de importar el tamaño de sus problemas, ya que la voz de Dios es la que le dará la victoria delante de todas las situaciones desfavorables de esta vida.
Y usted, ¿qué voz está escuchando?