Si usted se encuentra abatido, preocupado, pensando en qué será de su vida, qué va a suceder ahora con esta situación que está pasando, en qué será de usted, quien le ayudará. Sepa una cosa: nadie se convierte en un héroe, a no ser en la guerra.
Un error muy grande de las personas es orar y querer una vida tranquila. Si usted viviese una vida tranquila, sin luchas, nunca tendría victorias. ¿Cómo tendrá grandes victorias, si no tuviera grandes luchas? Es imposible.
Su gran lucha, desafío o tempestad, en realidad son una oportunidad para manifestar su fe en Dios.
No desista, no se desanime, su gran lucha, desafío o tempestad, en realidad son una oportunidad para manifestar su fe en Dios.
No desistí y Dios operó el milagro que tanto necesitaba
“Tenía serios problemas en los huesos. Por más de dos años los dolores me postraron en una cama.
Prácticamente, no podía hacer nada, tomaba medicamentos y no veía ninguna mejoría, pero dentro de mí siempre anhelé que Dios hiciera un milagro en mi vida. Fue participando y perseverando de la Concentración, todos los domingos por la mañana, que vencí ese problema de salud que me afectó durante mucho tiempo, comencé a tomar el Agua Bendita y a través de la fe recibí el milagro, estoy totalmente curada, gracias a Dios.
Aprendí que si usamos la fe práctica, podemos vencer cualquier situación que nos afrente, independientemente de lo que sea, Dios acude a nuestro socorro”, finaliza. (Sra. Deisy Márquez)