Seguro que muchas veces te has preguntado qué hacen ciertas personas para conseguir lo que se proponen y si tú serías capaz de conseguir lo mismo. Ya sea cambiar de carrera, montar tu propio negocio o darle un giro a tu vida, hay personas que lo logran (con trabajo y esfuerzo, por supuesto) y personas que se pasan media vida pensándolo o poniendo excusas.
La diferencia radica en una sola cosa: actitud. Por supuesto hay muchas otras cosas necesarias o hasta imprescindibles, las cosas prácticas; pero esas, en general, las puedes aprender, contratar o comprar. La actitud no, y dentro de la actitud hay dos cosas que todas las personas que hemos puesto algo en marcha hemos tenido en cuenta. Son dos pasos clave que, sin embargo, no mucha gente lleva a cabo:
1. Decisión
2. Acción
Parece una tontería, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar tienes que saber lo que quieres y tomar la decisión de ir a por ello, y eso da lugar al segundo paso, hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, como si tu vida dependiera de ello. Ahí es donde se suele fallar.
Obviamente no es tan fácil como parece, lo fácil, lo cómodo es crearse mil y una excusas, que si la crisis, que si soy muy mayor o muy joven, que si no tengo dinero o tiempo o de todo. Ya he comentado en varias ocasiones que este tipo de excusas son un disfraz del miedo.