Decir que se vive bajo un constante bombardeo de información no es novedad. Desde que la persona se despierta está sometida a un constante flujo de contenidos, ya sea que provengan de la televisión, la radio, el diario o internet.
La revista Science publicó un estudio realizado por la Universidad del Sur de California que asegura que cada persona recibe todos los días, en promedio, un volumen de información equivalente a leer 174 diarios de 85 páginas. Aunque la capacidad de asimilación es distinta en cada persona, es evidente que hay un exceso, una sobrecarga de información.
La “infoxicación”, término creado para describir el exceso o sobrecarga de información, provoca una disminución en el rendimiento de quien la sufre, porque recibir demasiado contenido limita la capacidad que la persona tiene para comprenderlo. Es leer, escuchar o ver sin entender, solo por el hecho de hacerlo.
¿Cómo desintoxicarse? Para salir de este campo de batalla mediático, nada mejor que buscar refugio en el Todopoderoso, y el Ayuno de Daniel es el propósito ideal para lograrlo. A partir de este domingo 5 de junio, y durante 21 días, se desarrollará este propósito inspirado por el Espíritu Santo, en el que, a diferencia de los ayunos comunes, en los que hay abstinencia de agua, comida o determinado tipo de alimentos, en el Ayuno de Daniel el objetivo es “aislarse del mundo secular, que solo trae disgustos, y beber del agua viva del Espíritu Santo”, como explicó el obispo Edir Macedo en su programa de radio.
Serán 21 días de total abstinencia de información y entretenimiento, porque nada es más importante que su propia vida, y solamente el Espíritu de Dios, que es el Espíritu de la Vida, puede darle una nueva vida, una nueva mente y un nuevo corazón, para pensar, sentir y actuar como Dios.
Prepárese para sumergirse en este ayuno sagrado y santo, es su oportunidad, porque quienes participen con determinación y sinceridad serán transformados, renovados y bautizados con el Espíritu Santo.