Tenía problemas de salud, ansiedad, viví sin mis padres y eso ocasionó un vacío muy grande dentro de mí, el cual quería llenarlo con estas, drogas, mujeres, lo que me causó mucha tristeza y depresión. No le veía sentido a la vida, hasta el día que vi el programa de la Iglesia Universal y surgió en mí el deseo de ir. Desde el primer día que llegué mi vida empezó a cambiar, fui libre de los vicios, me bauticé en la aguas y empecé a tener comunión con Dios, hasta que recibí el Espíritu Santo, Quien me dio la paz y alegría absoluta, ahora tengo mi negocio, me casé con una mujer de Dios, pero la mayor conquista es la Presencia de Dios dentro de mí.
/// Sr. Paúl Agurto