Antes de llegar a la FJU era una chica depresiva, triste; guardaba mucho rencor hacia mi papá y abuela por situaciones que viví a lo largo de mi niñez.
Tuve una relación con un chico durante 4 años a la que me aferré tanto que cuando terminó, mi tristeza empeoró, lloraba todo el tiempo y sólo pensaba en morir, intenté suicidarme en una ocasión tomando pastillas, al ver que no funcionó, empecé a involucrarme con otros chicos, asistía a fiestas, veía pornografía, todo para mantener mi mente ocupada y que la tristeza se fuera, pero nada funcionó.
Participando todos los sábados fui entendiendo que para Dios mi vida tenía mucho valor, entonces, dejé las malas amistades y empecé a alejarme de todo lo que me hacía daño. Así fue como encontré la verdadera felicidad.
Hoy soy feliz, diferente, y alcancé lo más importante, el Espíritu Santo, es Quien me ayuda a mantenerme de pie ante cualquier circunstancia.
•• Srta. Tivanna Beltrán