QUE NOS ATABAN
Crecí viendo como todos mis familiares estaban enfermos. Ellos creían en Dios, pero a su manera, por eso no sucedía nada en sus vidas. Para añadir a todos esos problemas también mis padres eran víctimas de brujería, ellos tenían muchos problemas en su matrimonio. Todo empeoró cuando mi madre salió embarazada, porque los doctores le dijeron que mi hermana no iba a nacer bien de salud.
Fue así que llegamos a la Iglesia Universal, perseverando, aprendí a como usar mi fe para poder ver los resultados de Dios en mi vida y en mi familia. Así fue como logramos romper con las cadenas que nos ataban a los trabajos de brujería, fuimos curados, el matrimonio de mis padres fue restaurado y mi hermana nació saludable sin ningún problema de salud.
Lo mejor de todo pasó cuando escuché hablar del Poder del Espíritu Santo, el cual me ha llenado de paz, alegría y me ha bendecido en todos los aspectos de mi vida, ya que fue aquí donde Dios me bendijo en mi vida sentimental.
••• Jesús Ayala