¿Sabías que el ayuno es una de las herramientas más poderosas de la fe inteligente? Es una práctica que revela la comunión con Dios, trayendo conocimiento y crecimiento espiritual. Fue el mismo Jesús quien enseñó a ayunar.
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:16-18
La privación de alimentos tiene un objetivo espiritual importante. El ayuno es una abstinencia total o parcial y su propósito es afligir el cuerpo físico para que el cuerpo espiritual gane más fuerza. No es que el cuerpo físico necesite ser castigado, pero cuando hay ayuno, el cuerpo espiritual está más desapegado y, en consecuencia, más apto para buscar algún tipo de respuesta de Dios.
Por eso se aconseja a todas las personas que deseen participar en la reunión de los Casos Imposibles que vengan en ayuno. Consideramos que el ayuno es una oración más ferviente que la que se hace con los labios. No hubo héroe de la fe que, en algún momento de su vida, no pidiera algo en ayuno, incluso el mismo Señor Jesús ayunó.
>>AYUNO DE LOS CASOS IMPOSIBLES

«Cuando mi hija era adolescente pasé una gran angustia con ella, ya que algo le estaba pasando porque dejó de ser una chica tranquila y se volvió rebelde, no escuchaba lo que le decía, me mentía sobre a dónde iba y lo que hacía, siempre pasaba en la calle. Cada día la sentía más distante de mí, luego supe que ella estaba involucrada con las drogas, que realizaba pequeños robos y que me odiaba al punto de amenazarme con un cuchillo.
Yo ya participaba en la Iglesia Universal, pero al ver el gran problema que tenía con mi hija, empecé a participar de la reunión de los Casos Imposibles, día a día realizaba mis ayunos en favor de mi hija y perseveraba en cada reunión; un día lo imposible aconteció, mi hija se entregó a Dios por completo. Hoy es una joven bendecida y llena de la presencia de Dios.»
••• Sra. Lucília y su hija Aline.