“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.” (1 Corintios 15:45)
Existen dos tipos de personas en el mundo, los que son alma viviente y los que son espíritu vivificante. Los que pasaron por el proceso de transformación por el Espíritu Santo, tienen la naturaleza divina, esto sucede después del nuevo nacimiento y sólo quien tuvo esta experiencia, puede entender a Dios y comprender Su palabra.
Ahora la nueva generación que proviene del Señor Jesús son espíritu vivificante. Por eso sólo quien tiene la naturaleza de Jesús, posee un nuevo corazón según el corazón de Dios, sus ojos son como los ojos de Dios, pues ve la humanidad con compasión. Por el contrario, quien es alma viviente, carga dentro de sí malos ojos y un corazón egoísta.
¿Qué hacer para dejar de ser alma y pasar a ser espíritu?
Cuando usted se entregue 100% de cuerpo, alma y espíritu al Señor Jesús; pues es ahí que el Espíritu Santo viene a transformarle en espíritu vivificante. No basta con ir a la iglesia y dar ofrendas, o dar el diezmo. ¡Tiene que entregarse por completo, rendirse delante de Dios! Es como un matrimonio, son dos personas entregándose el uno al otro; así es con Dios, usted se entrega a Él y llena su ser con el Espíritu Santo.
Una característica de las personas que son alma viviente, es culpar a Dios por todas las cosas malas que les suceden, esto pasa porque ellas tienen malos ojos hacia Dios.
Además, si su vida es sin sabor, vacía, triste es porque usted no tiene el Espíritu Santo, pues quien es espíritu, es una fuente de la cual brota agua viva.
Quien tiene la naturaleza de Dios ve la vida con buenos ojos, pues ella sabe que todo lo que sucede, coopera para el bien; pues todo lo ven con buenos ojos, con los ojos de la fe.
Lo contrario sucede con aquellos que son alma viviente, pues tienen tendencia a ver el fracaso en todo y culpar a Dios, por todo lo malo que les sucede.
No existen muchos pasos para convertirse en espíritu vivificante, sólo depende de cada uno; la entrega es algo personal, nadie puede hacerlo por usted, nadie puede entregarse por usted, de acuerdo a la entrega de cada uno, así será la respuesta de Dios en su vida.
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