Sólo existen dos fuentes de todo en la vida: la de Dios y la de el diablo, o sea, la del bien y la del mal, la de lo correcto y la de lo equivocado, la que quiere lo mejor para usted y la que quiere verla sufrir.
Y cuando hablamos “todo” queremos decir absolutamente todo: opinión, pensamiento, idea, novedad, moda, cultura, palabra, comentario, deseo, sueño, pedido, plan, visión, comprensión, gustos, etc.
Eso quiere decir que se sólo hay dos únicas fuentes espirituales, siendo meras transmisoras de ellas.
Y la pregunta que no puede ser callada es: ¿dé donde han venido nuestras opiniones y pensamientos al respecto…
- De nosotras mismas
- De nuestra familia
- De la IglesiaDe Dios
- De nuestro futuro
- De nuestro pasadoDe nuestros planes y sueños
- De las Ofrendas y sacrificios
- De la Obra de Dios
- Del dinero
- De lo que tiene valor
- De lo que es bonito
- De lo que es prioridad
- De lo que más necesitamos
La lista de arriba podría aumentar mucho más, pero el hecho es que, si nosotras nos concienciamos de esa realidad, estaremos más dispuestas a hacer la Voluntad de Dios, en definitiva, es tan sólo preguntarse a una misma “¿Eso viene de Dios?”
En le fe y el Escondrijo de Dios.