Se dice que los ojos ven lo que la mente quiere, y en lo que respecta a las murallas que tenemos que derrumbar en la vida, no existe muralla exterior, que no haya existido en primer lugar en nuestra mente.
Es por este motivo que las murallas, para ser totalmente derribadas, tienen que empezar a hacerlo a partir del interior. ¿No las sabes identificar? Pues bien, no vienen de la forma como tú las ves, con tus ojos físicos, como, por ejemplo, una enfermedad, desempleo, soledad, una hecho inminente, las deudas acumuladas…
No, las murallas internas vienen disfrazadas de sentimientos o emociones que son consideradas “naturales” del ser humano.
Murallas internas que SÓLO tú PUEDES derribar:
1º Miedo: de no casarse, de nunca tener nada en la vida, de perder la familia, de quedar enfermo… Y por alimentar este miedo incontrolable, acabas paralizado y no desarrollas tu potencial.
2º Duda: De que Dios hará lo Imposible en tu vida, que resolverá este problema, realizará tu sueño.
3º Acomodación: De aprender a sobrevivir con esta soledad, con la humillación, miseria, enfermedad… Y por eso, acabas perdiendo muchas oportunidades.
4º Ansiedad: De querer las cosas para ayer, de querer todo de una sola vez… Y por eso, acabas por no vivir el presente.
Sí, son estas las principales murallas internas, y eres tú quien tiene que derribarlas, para que entonces Dios pueda hacer lo que nosotros no podemos, que es derrumbar las murallas de tu vida. ¡Vamos, tú puedes!