Estuve padeciendo con un fuerte dolor en los pulmones. Por el lapso de un mes tomé medicamentos para calmar el dolor pero este persistía, decidí ir al médico y tomas de rayos X, estas revelaron que tenía agua en los pulmones.
No acepté lo que el médico me decía, empecé a participar en la reunión de los Casos imposibles, usé mi fe y Dios me respondió. Después de hacerme otros exámenes el médico me dijo que no tenía nada, que estaba curada.
Lo que era imposible para los hombres fue POSIBLE para Dios.
•• Tanya Sabando