Dentro del esoterismo y ocultismo, hay una práctica buscada por ellos llamada viaje astral. Esto es una «experiencia» que se describe como sentir que estás flotando y ves todo de arriba hacia abajo; el alma se desprende del plano físico para pasar a lo que ellos denominan, el plano «astral». Muchos buscan, a través de prácticas cercanas a la hipnosis, inducir este tipo de sensaciones, que se encuentran entre estar consciente y dormido al mismo tiempo.
Normalmente, aquellos que han vivido esta experiencia se sienten con miedo y sensación de hormigueo en el cuerpo, pues no entienden lo que les pasó, solo pueden describir que salieron de su cuerpo.
Quienes buscan este tipo de prácticas lo hacen para acceder a otros planos espirituales, y así encontrarse con sus guías, recordar vidas pasadas, hablar con personas que ya fallecieron, ir a otros lugares y descubrir «verdades» o buscar protegerse de cosas futuras.
Independientemente de que muchos de los que lo practican señalen que es algo seguro, puede tener riesgos para la salud física, espiritual y mental. Por ejemplo, en el mundo espiritual inducir estados en los que no se está completamente en la realidad es muy peligroso, pues no solo deja a la persona indefensa, sino que abre puertas para que el mal pueda entrar en su vida.
Libramiento y protección divina
Protección es una palabra que refleja el deseo de cualquier ser humano, pues, ¿quién no quiere estar seguro y protegido de la violencia, las enfermedades, el caos, en fin, de los males de este mundo?
Pero ¿en dónde encontrar ese lugar seguro? Aunque contrates la mejor empresa de seguridad o tengas el mejor plan de servicios de salud, no estarás plenamente libre de los ataques del mal. Aun así, la Palabra de Dios habla de la verdadera protección Divina, es decir, el blindaje espiritual que viene de lo alto. Ve lo que dice la Palabra de Dios al respecto:
«Por detrás y por delante me has cercado, y tu mano pusiste sobre mí.» (Salmos 139:5).
Pues, «el que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente» (Salmos 91:1).
La protección de Dios es la seguridad que tienen aquellos que deciden buscarlo y practicar Su Palabra. Esta persona, por consiguiente, no puede ser tocada por el mal, por brujería, envidia, etc., ya que el propio Dios es quien la protege.
¿Necesitas protección?
Este viernes 15 de noviembre, en la Universal le esperamos en la reunión de Viernes de Liberación Espiritual para que, por su fe, se rompa toda fuerza del mal que ha estado actuando en tu vida.
Te esperamos especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Americas #305 Norte de guayaquil.; o en la Iglesia Universal más próxima a su hogar.