El uso de la fe me llevó a ver el milagro en mi salud y en la de mi familia.
Tenía gastritis a causa de muchos medicamentos que tomaba, hice el tratamiento que me indicaron, pero no había resultados, no conseguía comer casi nada, ciertos alimentos me hacían daño y me provocaba dolor. En esas circunstancias decidí apelar a la fe, comencé a tomar el Agua Consagrada, y sin darme cuenta dejé de tener esos síntomas y estoy bien gracias a Dios. El hecho de haber aprendido a manifestar la fe, me llevó a buscar los milagros, no sólo para mí, sino también para mi familia.
•• Sra.Lorena