Mi mamá falleció cuando yo tenía siete años, por eso crecí con odio hacía la vida, peleaba con todos a mi alrededor, era temperamental.
Al recurrir al médico a causa de fuertes dolores de cabeza que sufría, éste me diagnosticó migrañas, las pastillas que me recetaban no me calmaban.
Después me hice de compromiso y todo los problemas que tenía de soltera, los llevé a mi vida de casada, incluso sentía odio por mi suegra porque ella me rechazaba, por eso pensaba en matarla. Económicamente había escasez, mi esposo a veces tenía trabajo y otras no, lo poco que ganaba lo dividía conmigo y con la mamá, pues vivíamos con ella. Mi esposo comenzó a beber, salía y volvía borracho, entonces me enojaba y peleaba con él. El momento más difícil de mi vida, fue cuando en mi estado de gestación me comenzaron a dar fuertes dolores de cabeza, el médico me inyectó para quitarme el dolor y a los pocos día tuve un sangrado. Me dijeron que el feto se había desprendido y que mi hijo no iba a nacer. Me sumergí en la depresión porque el sueño de ser madre ya no sería posible.
Recibí una invitación a la Iglesia Universal, al asistir supe que mi vida iba a cambiar, comencé a participar de las cadenas de oración donde aprendí a usar mi fe y así fui liberada, de todo los problemas espirituales y emocionales que sufría, mi temperamento cambió, perdoné, pedí perdón y aprendí a valorar a los que me rodeaban.
Celé mi vida espiritual y fui bautizada con el Espíritu Santo.
Luché por mi esposo y él fue transformado, luego vinieron las conquistas materiales, una casa propia y un negocio.
Puedo decir que nada se compara a mi comunión con Dios, pues Él es el centro de mi vida. Él me dio paz, alegría, sabiduría para ayudar a los que amo y dirección para conquistar bienes, todo fue gracias a Dios.
Participe de una reunión especial este domingo por la mañana en la Concentración de Fe y Milagros, a las 9H, en la Av. de Las Américas 305, Norte de Guayaquil o en la Iglesia Universal más cercana a su hogar y reciba la misma oportunidad que tuvieron miles de personas, para poder cambiar el rumbo de sus vidas.