Una noche recibí una de las peores noticias, mi hijo había sufrido un grave accidente, el médico nos dijo que había sufrido varias fracturas, entre ellas, en el cráneo, en la clavícula y que no había garantía de que él siguiera viviendo. Después de una cirugía quedó en UCI varios días, estaba entubado y no reaccionaba. Después fue sometido a otra cirugía para reconstrucción del cráneo ya que el cerebro estaba expuesto, pero eso no me daba ninguna garantía. Junto a mi esposo decidimos apelar a la Fe, luchábamos en la reunión de Domingo y determinábamos el milagro y sucedió. Mi hijo hoy es un hombre saludable.
•• Sra. Elenir junto a su hijo Rafael