Decenas de personas son internadas diariamente en los hospitales para poder ser tratadas de alguna enfermedad o porque sufrieron un accidente y necesitan recuperarse, dentro de las instalaciones hospitalarias son atendidas por personas capacitadas que ofrecerán todo su conocimiento para ayudarlas; pero, ¿qué sucede con los familiares que se quedan por horas esperando noticias en los exteriores de esos Centro de Salud? En la mayoría de los casos pasan horas y horas para poder saber la condición real de su familiar y el acceso a éste casi siempre es restringido para unos cuantos pocos, una o dos personas a lo mucho, es decir que el resto de la familia continúa acampando – literalmente – en los exteriores.
Pensando en lo extenuante que es esperar para esos familiares, los Ángeles de la Noche de la Universal estuvieron ofreciendo un Servicio Social en los exteriores del Hospital Universitario en Guayaquil en donde además de brindar un refrigerio que fortalecería su cuerpo, también se dispusieron – los voluntarios y pastores – a ofrecer una palabra de aliento que los ayudaría a pasar esos momentos de angustia. Como no podían dejar pasar la oportunidad se realizó una oración especial, por aquellos que estaban dispuestos a recibirla, en donde se pedía a Dios su intercesión por la vida de ese familiar que se encontraba internado en el Hospital.
Luego de algunas horas de este Servicio Comunitario los voluntarios vieron una mejoría en el semblante de las personas que eran ayudadas y por lo tanto sintieron que su trabajo no era en vano.
Los Ángeles de la Noche recorren las calles y avenidas no sólo de Guayaquil sino también de algunas provincias del país, que tienen como única misión brindar una manos de auxilio a todo aquel que la necesite.