¿Qué Es Lo Que Su Exterior Dice Sobre Usted?
“Yo no soy el tipo de mujer que gasta el dinero en el salón de belleza o en el shopping.” – Afirmó ella bien orgullosa al hablar acerca de sí misma y contarnos que su marido no la había apreciado en los 9 años de matrimonio que llevaban. Tenía el cabello atado y despeinado, estaba sin maquillaje, con sobrepeso, las manos sin hacer, ropa de entrecasa y cara larga…
Parece que hoy en día, es 8 de 80: O las mujeres se arreglan por demás o entonces no se arreglan nada. Pero, hoy me quiero concentrar en las primeras: en las que no se arreglan, que son totalmente relajadas, que no les importa lo que los demás piensan de su apariencia incluso sus maridos.
Lo que muchas no comprenden es que la verdadera belleza de la mujer es un conjunto de cosas y no puede ser definida solamente por el interior o el exterior. ¿De qué sirve que usted sea una excelente persona si la primera impresión que tiene quién la ve es de una persona triste y relajada?
Sí, su exterior dice mucho sobre su interior – le guste o no esa es la realidad. Es solamente observar cómo la cantidad de productos que compra influye en sus decisiones. En el matrimonio, al contrario de lo que muchos piensan por ahí, su belleza no deja de ser importante por tener a alguien que la ama por como es.
Tanto el esposo como la esposa representan el uno al otro. Y, la apariencia es la forma visible de esa representación. Si la esposa es relajada con la apariencia, lo que ella inconscientemente le está diciendo a su esposo es que él no es tan importante como era en la época en la que ellos estaban de novios ya que en ese momento ella se arreglaba para verlo. Más allá de eso, la cara larga al fin de un día estresante dice también un millón de cosas negativas.
Los hijos se alejan de ella y el marido busca arreglar alguna cosa para distraerse y no tener que enfrentarla. Ahí, ella reclama como hizo en nuestra sala de atendimiento la esposa a la que no le gustaba ir de vez en cuando al shopping…”Mi marido no me da la mano cuando estamos en público…” ¿Será que él no tiene verguenza de cómo es la apariencia de ella?
Entonces, ¿Tú quieres decir que para que mi marido me ame tengo que ser linda y estar siempre con una buena cara? – Pregunta usted.
¡Claro que no! Pero, ¿Será que es difícil hacer eso por él y por su familia? ¿Será que si se arregla se va a quebrar el brazo? ¿Será que cuidar de su peso, su piel, sus uñas y cabello le va a hacer tan mal?
Sin contar que cuando cuidamos de nosotras mismas, nuestra autoestima aumenta. Pues, con el amor propio viene el amor ajeno. Las personas comienzan a elogiarnos, principalmente los de nuestra propia casa.
Es inevitable no generar envidia en ciertas mujeres que nos juzgan de futiles por cuidar de nuestra apariencia. Lo bueno es que no hacemos eso por ellas ni para ser aprobadas por otras mujeres. Primero, hacemos eso por nosotras mismas (después de todo, nuestro interior es lindo y necesita reflejarse también en nuestro exterior) y por nuestra linda familia.