Son muchos los factores que pueden robarle el sueño a una persona durante la noche. Entre ellos están las preocupaciones del día a día, enfermedades, problemas personales, cuestiones emocionales y perturbaciones de orden espiritual.
Esos factores pueden reflejar la situación social del país y las condiciones que la población está enfrentando como: crisis en la salud, desempleo, pueden estar vinculados a los disturbios del sueño o terror nocturno.
El insomnio es una epidemia global
En general las personas ya se acostumbraron a dormir dos horas menos por la noche, que las generaciones anteriores de sus padres y abuelos, lo que sería un mes menos de descanso por año. Esto sucede mucho por causa de los estímulos tecnológicos y por la ansiedad del estilo de vida actual.
Frente a todos estos datos e implicaciones, ¿Cómo podemos calmar los pensamientos que no nos dejan dormir? El insomnio, (así como el miedo, los complejos, los fracasos sentimentales y la inseguridad) síntomas de la acción de espíritus de la duda. Son problemas espirituales que pueden ser expulsados con una vida vivida con base en la fe.
Como la fe carga la autoridad de Dios, para librar a los que creen, también la duda trae en sí la autoridad del mal, para esclavizar a los que no creen. Por eso sólo hay plenitud de vida cuando existe un ejercicio de la fe sobrenatural. Sólo la fe, puesta en práctica, neutraliza a la acción mortal de las dudas en lo cotidiano. La fe es la autoridad de Dios, para usarla contra toda y cualquier acción del mal. En la fe no hay incertidumbres, miedos, traumas o debilidades.
Por las noche no lograba conciliar el sueño
Desde su infancia Charity fue una niña llena de miedos, ansiedades e inseguridades, pero conforme pasaba el tiempo aquello fue creciendo más y más, al punto en el cual ella no lograba realizarse e incluso por las noches empezó a sufrir con insomnio.
“Recuerdo que en la infancia varios problemas marcaron mi vida y a causa de eso fui creciendo con miedos y traumas, pero mi situación se agravó cuando por las noches no lograba conciliar el sueño, intentaba tomar calmantes y pastillas para poder dormir, pero no surtían efecto.
Era muy preocupante mi situación porque me sentía muy agotada durante el día, no podía concentrarme ni mucho menos trabajar con eficacia”, indica.
Una amiga de ella al verla en esa situación la invitó a participar de las reuniones de liberación y fue entonces, donde ella tuvo la oportunidad de poner un fin a ese problema espiritual.
“Inicialmente estaba incrédula y con prejuicios, debido a mi falta de conocimiento. Yo creía en la Palabra de Dios, pero no era practicante. Pero después de participar en uno de los encuentros de liberación, pasé a frecuentar la Iglesia sin faltar ningún viernes. Poniendo en práctica y con perseverancia todo lo que el pastor enseñaba, percibí el primer cambio en mí: pasé a tener paz interior. Después de eso, empecé a creer en mí misma, en mi potencial, una cosa que antes no conseguía, también logré dormir por las noches, gracias a Dios hoy soy inmensamente feliz”, concluye Charity.
Si usted sufre algún tipo de problema y no ha encontrado la solución, concurra a las reuniones de Liberación del Templo de la Fe, que se realizan todos los viernes, a las 7H, 10H, 12H, 15H y 19H, en la Av. de Las Américas 305, norte de Guayaquil o en la Igelsia Universal más cercana a su hogar.