En la Terapia del Amor todos los jueves usted aprende sobre diversos temas que le ayudan a mantener una relación sana y feliz con su pareja.
Y uno de los temas que fue tocado en la reunión pasada trató sobre: los conflictos creados cuando las personas confunden la perseverancia con la terquedad.
La perseverancia es una virtud que usted debe aprender a pulir a diario, el problema surge cuando las personas comienzan a creer que su terquedad es ser perseverante.
Su voluntad y la voluntad de Dios son dos cosas tan opuestas como el día y la noche, pero cuando logran estar en equilibrio, Dios puede obrar satisfactoriamente en su vida conyugal.
La perseverancia es perseguir la voluntad de Dios, a pesar de que este en contra de lo que usted realmente quiere o desea, y la terquedad es obstinarse en conseguir lo usted desea y quiere, sin que le importe como obtenerlo.
El obstinado es ansioso, apresurado y nervioso mientras que el perseverante es confiado, tranquilo y paciente, ya que sabe que sus planes y los de Dios están en la misma frecuencia de comunicación.
¿Usted desea hacer su voluntad o hacer la voluntad Dios? Cuando hace la voluntad de Dios y persevera, su relación o matrimonio se encamina a la felicidad, pero mientras siga manteniendo una postura de terquedad e intolerancia a su propia debilidad y carencia su vida no se encaminara a lo que usted tanto desea sino más bien cada día será más difícil el mantener sus fuerzas, primero reconozca que Él único capaz de reconstruir su matrimonio, es Dios, con paciencia y perseverancia aquellas desavenencias que cree irreconciliables serán aclaradas y superadas por el amor.
No falte, todos los jueves a las 19h usted verá que su amor crecerá día con día.