Muchos problemas suelen no tener explicación coherente o racional, esto indica que hay un mal espiritual detrás de los mismos.
Muchos han sufrido con la acción del mal y no saben. Problemas como nerviosismo, insomnio, dolores de cabeza constantes, desmayos, deseos de suicidio, enfermedades que los médicos no descubren la causa, miedo, visión de bultos y audición de voces, y tantos otros que desequilibran lo emocional, haciendo a la persona y terceros sufrir, son originarios de los espíritus malignos.
El problema de eso no es la situación difícil directamente, pero el hecho es que muchos ignoran el origen de ello. Pues, por volverse constantes, muchas personas terminan aceptando las tribulaciones de la vida y dejan de mirar para ella como algo espiritual.
¿Qué son los bultos y cómo actúan?
Las visiones de bultos suceden cuando hay un acercamiento a espíritus perturbadores. Cuanto más tenemos nuestra fe débil y en baja, esos espíritus tienen libertad para acercarse y atormentar, a tal punto que la persona deja de tener paz.
Amigo, cuando buscamos a Dios nuestra fe se hace fuerte y todo nuestro cuerpo se vuelve iluminado. Es esa luz que mantiene a esos espíritus bien lejos de nosotros.
Por este motivo, en la Iglesia Universal mantiene una lucha constante contra esos males, que aunque muchos no crean existen, de no ser así, el propio Señor Jesús no hubiera dicho lo siguiente: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” (Mateo 10:1)
Sólo a través de la autoridad espiritual, dada por el Señor Jesús a Sus siervos, es que hay esa única forma de sacar la actuación maligna de la vida de aquellos que creen.
Perturbada y sin paz por las sombras que veía
La vida de la Señora Florencia estaba completamente destruida, hacía que dejara de vivir y sólo sobreviviera.
«Yo era una mujer muy nerviosa y enferma. Veía sombras, escuchaba voces y estaba completamente perturbada. Como si no bastara mis hijos también sufrían de ese mal. En mi casa teníamos muchos problemas, por ello peleábamos constantemente y no había un momento de paz», cuenta Florencia, que estaba totalmente devastada con las situaciones que se iban acumulando y, poco a poco, destruyendo su hogar y ella no sabía qué hacer.
Hasta que de repente recibió una invitación para participar de las reuniones en la Iglesia Universal.
«Mi mamá me invitó a participar porque ella vio una transformación en su vida y al verme totalmente destruida, no dudo que mi situación también podía cambiar.
Recuerdo que desde aquel día conocí la fe inteligente, que trajo la transformación que tanto quería, así, vi el cambio en mi vida.
No soy la misma persona, tengo paz, alegría de vivir, estoy liberada de todos estos disturbios, ya no escucho ni veo sombras. Mi interior ha sido radicalmente transformado”, concluye.
Descarga espiritual
– Viernes 7H, 10H, 15H y especialmente 19H –
Av. de Las Américas 305, Norte de Guayaquil oen la Iglesia Universal más cercana a su hogar.