“Los problemas de salud y espirituales me causaron muchas dificultades con mi esposo. Hasta que descubrí cómo los podía vencer”.
Antes de conocer la Iglesia Universal fui víctima de brujería. Me di cuenta de eso porque de un momento a otro mi salud fue afectada de una manera radical; fui perdiendo la visión, el cabello se me caía bastante, la piel se me empezó a secar, mi estómago estaba siempre inflamado, sufría de insomnio, padecía de depresión y tenía pensamientos de suicidio.
Tenía muchas dificultades con mi esposo, ya no sabía qué hacer porque los problemas matrimoniales sólo escalaban y no quería dejar solos a mis hijos.
Empecé a participar de las reuniones de liberación, allí aprendí a usar mi fe y fue de esta manera que comencé a ver resultados positivos.
Hoy puedo decir que aquí en la Iglesia Universal aprendí a vivir una vida que nunca imaginé tener, porque fui libre del ritual satánico que habían hecho en mi contra.
•• Sra. María