El orgullo es sutil, y por eso el orgulloso difícilmente reconoce su orgullo, de hecho él hasta piensa que es humilde.
El orgullo fue el primer pecado. Lucifer era un ángel elevado delante de los demás ángeles y tenía responsabilidades. Su orgullo cuestionó aquella posición al hallarse digno de ser como Dios y él creó una rebelión entre los ángeles, y así Dios tuvo que expulsarlo del cielo juntamente con todos los ángeles que se rebelaron con él. Lúcifer se convirtió de ángel para demonio. Ese es el origen del orgullo, por eso todo pecado tiene como raíz el orgullo.
La mujer que adultera fue orgullosa en algún punto, cuando ella no quiso vigilar, pues creyó que podía pecar para después pedir perdón. Pero el pecado no acontece de la nada… él siempre tiene como origen el orgullo. Mientras usted no lo reconozca en su vida, será vulnerable a él. Quién reconoce el propio orgullo puede luchar contra él, quién no…
Hablamos sobre este asunto en la última reunión mensual del Godllywood Autoayuda y dimos 7 comportamientos que la persona orgulloso tiene, pero no piense que son sólo siete…
1. No reconoce sus errores y no acepta la reprensión: Cuando alguien le llama la atención a una mujer orgullosa, ella se cierra. “Querer aparentar perfección también es una forma de orgullo. No somos perfectas, nos vamos perfeccionando. Tenemos errores y necesitamos que alguien nos los señale, porque muchas veces no los vemos.”
2. No pide ayuda y cuando la pide ya es demasiado tarde: “Se termina yendo de tacones altos al fondo del pozo”. Eso ocurre porque la persona teme revelar sus debilidades y admitir que no puede más luchar sola. “Cuando usted se distrae con un pensamiento equivocado, está a un salto de pecar. Si está a punto de cometer un error, hable con alguien.”
3. No pide perdón:Cuando está arrepentida, no lo demuestra. “Pedir perdón abre el camino para que la persona que usted lastimó, vuelva a relacionarse con usted”.
4. No es sumisa fácilmente: El tema suele ser delicado y Cristiane comentó que, a veces, las madres les enseñan a sus hijas a que nunca deben ser sumisas a un hombre. “La persona que es humilde es sumisa a Dios, a su jefe, a sus padres, a su marido. Entiende que es una sociedad en la cual cada uno tiene una función. Porque soy sumisa a mi marido, él tiene placer en hacerme feliz.”
5. Le gusta ser independiente y odia depender de alguien: Esto se puede ver en la dificultad de delegar, de confiar que la otra persona hará bien algo determinado, aunque sea de una manera diferente a la suya.
6. Ella quiere hacer todo a su manera porque cree que sabe más: A veces se olvida de que se puede aprender de los demás y que nadie es insustituible.
7. Opina sobre todo y no lleva su insolencia a casa: “Quiere ganar la discusión, se asegura de que todos sepan lo que piensa sobre un determinado tema y quiere ser muy justa. Cuando usted se justifica, pierde la oportunidad que Dios la justifique.”
En el texto de mañana, usted va a saber cómo dejar de ser orgullosa.
En la fe.