Hay momentos que aprovecho el poder de la imaginación para viajar en las páginas de las Sagradas Escrituras. Cada vez que leo alguna parte muy fuerte, me transporto para aquel lugar y quedo meditando varios días.
Uso tanto la imaginación que llego a elegir los acontecimientos que me gustarían haber visto, y son varios…
Arriba de la lista están los primeros capítulos de Génesis.
En medio del caos y de las densas tinieblas, el Altísimo decide preparar una habitación majestosa para el ser humano. Su primer hecho, en que oímos la manifestación de Su voz, fue crear la poderosa luz. O sea, Él creó para el ser humano aquello que Él es. Un gran destello de luz, esencial para la vida, llena el Universo.
Imagino también el batallón de galaxias, planetas y estrellas, todos nombrados y colocados coordinadamente. En seguida, la vida vegetal y animal poblando la tierra en una explosión de colores, formas, olores y sonidos.
Pero nada se compara al gran momento en que Dios decide usar sus manos para crear aquel que seria el protagonista en la tierra. ¡Imagine la escena de verlo trabajando el barro húmedo como un alfarero! En el suelo, un cuerpo tendido, esculpido de forma perfecta, recibiendo el arremate final: el soplo Divino. La escultura inanimada recibe el aliento de la vida. Y así como Dios es Eterno, Adán recibe un alma indestructible y eterna.
Ahora su misión es dar nombre a todas las criaturas. Y aunque él tuviese su día muy ocupado, le faltaba algo. El Propio Dios reconoció que no era bueno que él estuviese solo.
Mi imaginación continua divagando en como seria Adán sin Eva, y el mundo sin mujeres, jeje.
La mujer fue creada para el hombre y tiene un poder mucho más grande que el de simple compañía. Ella le hace tan bien, que solo su presencia ya cambia el ambiente.
Sin la mujer, los hombres no iban a preocuparse mucho con la apariencia, afeitarse o perfumarse. Sus ropas se resumirían en unas tres mudas y nada más.
Su comida tendría dos opciones como máximo, y, claro, no se importarían con verduras y ensaladas.
Los muebles de la casa serian apenas el sofá, TV, cama y estufa, pues, ¿para qué tantas cosas innecesarias? jeje.
El vocabulario no se habría desarrollado tanto, ya que ellos son de muy pocas palabras.
La mujer fue creada con muchas cualidades y su papel en la vida de un hombre es extenso.
No fue hecha del polvo de la tierra, sino de la parte más fuerte del cuerpo de Adán, el hueso. Fue sacada de la costilla para mostrar que debe caminar al lado de él. Así como la costilla envuelve y protege los órganos vitales, la mujer también tiene la capacidad de apoyar, comprender, admirar y estimular el crecimiento, más allá de otras cualidades.
¡Es increíble como toda la creación desempeña bien su función a lo largo de los milenios! Y solo el hombre y la mujer han huido del propósito original.
Termino con una simple reflexión sobre la realidad delante de nuestros ojos, especialmente de las mujeres.
¿De qué sirve la búsqueda desesperada para ser y hacer tantas cosas, si aquello que se espera de nosotros es puesto a un lado?
¿De qué sirve escalar tantos puestos, si fallamos en la función para la cual fuimos creadas?
Lo que el hombre quiere y necesita de la mujer, no siempre es lo que ella está dispuesta a ofrecer.
Un gran beso.
Fuente:Cristiane Cardoso