Al entrar en la habitación para hablar con Lynn, la cara de ella ya lo decía todo. Tal vez, era mejor fingir que no se daba cuenta y dejar la conversación con su mujer para el día siguiente.
– Hola amor, ¿todo bien?
– Hola Carl, maso menos. Estoy con dolor de cabeza así que me voy a ir a dormir más temprano, ¿está bien?
– Haz como quieras. Yo voy a cenar y después subo para dormir contigo.
Carl descendió por las escaleras y ahí estaba Lizzy, en el living de la casa, jugando con Kara. Él sintió pena de su hijita que parecía que estaba siendo criada por la niñera.
– Lizzy, querida mía, siéntate con papá en la mesa así me haces compañía durante la cena.
Lizzy se rió y se levantó inmediatamente para darle un abrazo bien fuerte a su papá. Carl sintió su carencia en aquel abrazo así que la tomó en sus brazos y la llenó de besos.
– Hoy, papá te va a llevar a dormir.
– Bien!!! ¿Me cuentas una historia también?
– ¡Claro, querida!
Cuando Carl llegó a la habitación para tomar su baño, Lynn ya estaba fingiendo que dormía. Ella no tenía ganas de hablar con él, pero él no necesitaba saber eso.
A la mañana siguiente, bien temprano, Lynn hizo de todo para salir de la habitación sin hacer ningún ruido. Ella no quería despertarlo así podía evitar la conversar con él. Lynn agarró su computadora y la llevó al living para escribirle a Maggie. Ella estuvo pensando durante la noche y se le ocurrió una idea.
Hola Maggie,
Yo estoy pasando por una situación terrible en este momento, espero que me puedas ayudar. Soy hija de madre soltera y mi mamá me dejó con mis abuelos para irse a vivir con un hombre que a mi parecer es malo. Ella no habla conmigo ni me viene a visitar. Me siento muy triste. ¿Tienes algún consejo para mí?
Gracias.
Lynn.
La idea era revivir todo lo que ella había pasado con su madre y ver si ella se daba cuenta de quién estaba hablando para después revelarle que era su hija. Tal vez, de esta manera, ella tendría un final para esa historia tan mal contada.
Cuando Lynn terminó de escribir el e-mail, Carl descendió por las escaleras aún en pijama.
– Ya estás despierta, ¿sucedió alguna cosa?
Lynn apagó la computadora inmediatamente y Carl se dio cuenta.
– No, Carl…No conseguí dormir más.
– ¿Quieres hablar al respecto?
– Yo preferiría no conversar si no te molesta.
Carl suspiró. Miro por la ventana hacia afuera, miró a Lynn, se sentó a su lado y decidió no fingir más.
– A mi sí me importa Lynn. Si alguna cosa te sucede a ti, también sucede conmigo. No podemos permitir ser distanciados nuevamente.
– Lo sé, Carl. Pero, tú no vas a entenderme.
– Habla y yo prometo que te voy a entender.
Lynn se levantó del sofá y fue hacia la ventana. Era mejor hablar sobre Isabel, tal vez, eso lo apartaría del tema.
– Isabel me escribió, quiere encontrarse conmigo. Entré en el Facebook de ella y ahí tiene un montón de fotos de ustedes cuando estaban de novios.
Carl miró hacia abajo, sintiéndose avergonzado.
– Es cierto. Nosotros fuimos novios en el pasado, hace muchos años atrás. Pero, ella no significa nada para mí.
– ¡Cómo puede ella no significar nada para ti si ustedes fueron novios durante muchos años!
– Ella me traicionó en la facultad y terminamos. A partir de ese momento, yo nunca más hablé con ella hasta el miércoles pasado. Lynn, no hay nada entre nosotros, te lo prometo.
– Todas las veces que vayas a la iglesia, ella estará ahí para recordarte de esos tiempos pasados.
– No tengo buenos recuerdos de nosotros dos así que no te hagas problema.
– Si no tienes buenos recuerdos, ¿por qué nunca hablaste conmigo sobre ella?
– Porque ella hace parte del pasado, fue un error. En realidad, fue a través de ella que comencé a distanciarme de Dios. Nuestro noviazgo no fue dentro de los padrones de nuestra fe y eso me hizo enfriar en la fe. Conocerte fue una excusa para apartarme por completo de Dios.
– ¿Cómo es eso de que no estaba dentro de los padrones de tu fe?
– Yo era virgen cuando comenzamos a salir y yo me quería casar virgen en aquel momento; pero Isabel me sedujo en diferentes oportunidades y yo no pude resistir. Nuestro noviazgo ya comenzó de manera equivocada hasta que caí. Después que tuvimos relaciones sexuales, nuestro noviazgo nunca más fue el mismo, hasta que ella me traicionó y me enteré por terceros. Aquello me destruyó y por no saber como lidiar con el dolor, comencé a salir con cualquier mujer que se me cruzaba. Las usaba y después las dejaba. Mis padres no sabían de este comportamiento porque yo todavía iba a la iglesia. Todavía, intentaba vivir una vida cristiana aunque sea una vez por semana. Cuando te conocí, me apasioné y decidí dejar de fingir que era cristiano.
Lynn no sabía que decirle. No era eso lo que le estaba incomodando, pero ahora que tenía toda esa información sobre el pasado de Carl, ella no tenía para dónde ir.
– Está todo bien, Carl…Vamos a dejar esto de lado.
– Si tú quieres, yo hablo con Isabel para que nos deje en paz.
– No, mejor no. Yo quiero que ella sepa que no hizo ninguna diferencia en nuestras vidas. Voy a ignorarla.
– Entonces, ¿estamos bien?
Los dos se abrazaron y Carl subió para prepararse para ir al trabajo. Lynn se sintió aliviada ya que Carl no necesitó saber sobre su visita al pasado.