Esposa, madre, abuela y empresaria exitosa. A pesar de que nació en una familia bien estructurada económicamente, a los 15 años comenzó a trabajar para ganar su independencia. Fue así como la música y el baile entró en su vida.
Obstinada por naturaleza, Marta nunca renunció a sus sueños. Ella se considera una mujer luchadora y lista para los desafíos de la vida. Por eso, siendo muy joven, logró graduarse y convertirse en una profesora de música y danza, profesión que ejerce por 35 años.
Sin embargo, ella quería ir más allá. Así que, hace 15 años emprendió una nueva experiencia en el campo de la publicidad. De empleada a dueña de su propio negocio fue un pequeño salto; y también la caída llegó demasiado rápido. Una empresa que parecía tener todo para dar, terminó en ruinas. Ahora, Marta se encontraba prácticamente en bancarrota, incluso sin clientes para recomenzar.
Pero ella no renunció en buscar un cambio a esta situación. Determinación ya había en su corazón, sólo faltaba dirección. Fue con mucha persistencia que lo que parecía imposible sucedió.
Marta recuperó todo lo que había perdido, y ahora se siente plena y realizada en todos los aspectos.