Además de preguntarse quién está por detrás de la noticia, es necesario entender una ley universal sobre los medios de información: los que son, por encima de todo, un negocio como cualquier otro.
Las empresas por detrás de las noticias – agencias, emisoras de radio y TV, diarios, sitios de noticias etc. — tienen que pagar los salarios de sus empleados, los gastos de sus edificios, los equipamientos, la tecnología, y demás gastos típicos de cualquier empresa, y, claro, traerles alguna ganancia a sus dueños y accionistas (ganancia aquí no siempre es dinero; también puede ser capital político, poder de influencia y de destrucción, por ejemplo).
¿De dónde viene ese dinero? Básicamente de anunciantes, patrocinadores y socios. Son las grandes marcas, el gobierno y otras instituciones que se benefician de negocios sumamente lucrativos con estos vehículos. ¿Qué quieren ellos de los medios? Dos cosas principales:
- Divulgación de sus marcas, productos e ideas para la mayor cantidad de personas.
- Ninguna noticia o información que los contraríe.
Por lo tanto, las empresas de medios necesitan maximizar su audiencia para vendérsela a sus anunciantes. Más televidentes, oyentes o lectores, más anunciantes y más dinero. Sí, el público, incluyéndolo a usted y a mí, es solo un “mercado” para ellos, con un precio anexado – clase A, B, C, D etc.
¿Qué quieren ellos de nosotros? Nuestra atención — ojos y oídos — para vendérsela a los anunciantes.
Ahí es que está la gran tragedia para el público: las “noticias” no son lo que nos sirve o lo que necesitamos saber, sino lo que más llama nuestra atención, o sea, lo que da más audiencia. ¿Y qué es lo que más le llama la atención al ser humano? Básicamente:
- Escándalos (y rumores de escándalo)
- Crímenes
- Desastres y tragedias
- Celebridades
Cerca del 90% de las noticias consiste en una o más de esas cuatro categorías. Puede comprobarlo cualquier día, a cualquier hora, prácticamente en cualquier medio de información. ¿Qué quiere decir eso?
La gran cantidad de “noticias” no es noticia. Es apenas una manera de llamar y retener su atención.
Ahora yo le pregunto: ¿es ese contenido el que usted realmente necesita?