«Pero, si el Señor crea algo nuevo, y hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal forma que desciendan vivos al sepulcro, entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.» (Números 16:30).
Esas cosas ya están por suceder, en el día de la ira de Dios, al no soportar más las blasfemias y el pecado de todos los que rechazaron beber de la Copa de la Salvación.