Desde niña, sufría de angustia, intenté suicidarme por primera vez a los 9 años, después de la separación de mis padres. El tiempo pasó y conocí el mundo de la fama.
A los 14 años, a causa de haber perdido el año en la escuela, mi madre me prohibió seguir bailando profesionalmente, lo que provocó aún más rebeldía en mí. En esa época intenté suicidarme por segunda vez.
Seguí bailando, hasta que fui invitada a formar parte de un grupo que hacía giras por todo el país. Aún en medio de tanta euforia y aparente alegría, me volví depresiva, lo que me hizo desear acabar con mi vida por tercera vez.
Durante una temporada de presentaciones, conocí a un muchacho del que me enamoré perdidamente, la felicidad golpeaba mi puerta. Lo sorprendente es que aun creyendo que era el amor de mi vida, yo lo agredía física y psicológicamente. En muy poco tiempo el romance llegó a su fin.
Un cierto día, amanecí más infeliz que de costumbre, llorando y pensando en suicidarme más de una vez. Pensé: “Si las personas suben al monte a buscar a un Dios vivo, Él va a librarme. Si no, hoy acabo con mi vida”.
Salí de la casa con esa determinación y enseguida fui abordada por una señora que me dio un mensaje, haciéndome volver a casa y pasar el resto del día reflexionando.
Mi madre y mi hermana comenzaron a luchar por mí en la Iglesia Universal. Comenzaba allí una difícil batalla por la liberación espiritual de toda la familia. Todos fueron envueltos por el Espíritu Santo en un breve espacio de tiempo.
Al volver a mi ciudad, decidí conocer de cerca lo que había generado la transformación de mi familia. Por primera vez, puse los pies en una Universal. Entonces dejé todo de lado y comencé a entregarme por completo a los propósitos de Dios.
Hoy, a los 22 años, frecuento el curso de danza de la Universidad Federal de Bahía y desarrollo mi talento liderando el proyecto Cultura en la Fuerza Joven Universal.
Me liberé de las drogas, de las ilusiones de este mundo, de la depresión y del deseo de morir. Llena del Espíritu Santo y con una gran sonrisa, sólo agradezco a mi Dios por lo que hizo en mi vida y garantizo que jamás fui tan feliz.