“Las deudas me estaban matando”
«Debía más de $125.000; A pesar de ser empresaria, llegué al punto de no tener dinero para pagar un cheque de $6.00; Tenía a los prestamistas día y noche en la puerta de mi casa. Me daba vergüenza salir a la calle –porque cuando debemos, parece que todo el mundo lo sabe–. Esta situación me tenía cabizbaja.
Un día, al salir del banco, desorientada, entré a la Universal. Después de participar en las reuniones de Lunes –Nación de Campeones– y seguir las enseñanzas, me restablecí como empresaria. No fue de la noche a la mañana, pero hubo una gran transformación.
Actualmente vivo en una ciudadela privada y mi casa está valorada en $ 1 millón. Tengo un auto nuevo y principalmente, paz y la alegría «.