Nunca me olvido del día en que llegué en casa, después de una reunión maravillosa en la iglesia, y me deparé con mi casa revuelta y patas arriba. Los ladrones abrieron todos los armarios, todos los cajones, todas las puertas, y como si eso no fuera suficiente, tiraron todo al suelo. La sensación es terrible, es desesperante.
El robo acontece hoy de varias formas y mucha gente de bien no sabe que viven robando por ahí con su piratería… no quieren pagar por la música, la película, o el libro, entonces bajan copias piratas y creen que son muy listos por eso. Los espectadores ya no son ladrones, eso sí.
Pero el robo no acontece sólo con bienes materiales. Hay personas que roban otras cosas también, inclusive, es lo que más existe… los ladrones de amistades y tiempo:
- Robar la amistad es cuando usted sabe que una persona es la mejor amiga de otra y usted hace de todo para que ella deje de ser amiga de ella para ser su amiga. Entonces usted hace tiempo para quedarse con ella en el tiempo en que la otra no está, y comienza a tratarla como si usted fuera su mejor amiga, y busca apartarla de la otra.
- Robar el tiempo es cuando usted tiene conversaciones vanas con los otros, enviando emails sin sentido, pasando chismes por el WhatsApp, robando el tiempo que las personas tienen para lo importante.
Aquí para nosotros,si robar en la ley de los hombres ya es digno de castigo, imagine en la Ley de Dios.
Sólo que en la ley de los hombres, las personas necesitan probar que hubo robo, pero en la Ley de Dios, Él vio, Él sabe, Él incluso puede testificar contra usted. Por eso la Biblia dice:
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.” (Romanos 8.33)