Plata de la casa es una expresión antigua, mas o menos del siglo XIX. Cuando las familias recibían visitas y usaban lo que tenían de mejor, o sea, los mejores utensilios de plata, como las vajillas. Esa expresión también era usada cuando no iban a comer fuera y decían que en aquel día comerían con la “plata de la casa”.
Usted ya debe haber oído muchas veces esa expresión, pues hoy ella quedó caracterizada para valorar personas que fueron formadas en la casa.
Las “platas de la casa” son conocidas por no haber salido ni se abastecido de otras fuentes y pensamientos; son personas simples, fieles y comprometidas con las “causas y el espíritu de la casa”.
El ejército de 318 hombres de Abraham tenia la misma identidad y espíritu de él, pues ellos eran nacidos en su casa y discipulados únicamente por él.
Por esa razón, fueron capaces de ir a la guerra con el y enfrentar los peligros para rescatar a Lot y su familia.
Personas dispuestas así son como tesoros de valor incalculable, pero muchas veces no son reconocidas y valorizadas como tal.
Cuantas veces cometemos el grave error de pensar que lo que es de fuera es mejor de lo que vivimos o tenemos en la casa. ¡Eso acontece en las familias, en los relacionamientos, en las instituciones, en los grupos de la iglesia, en los equipos deportivos y en la vida en general!
Comercialmente acontece lo mismo, pues, si estamos delante de un producto nacional y otro extranjero, normalmente pensamos que el extranjero es mejor.
¡En la música, mucho más! Cuantas personas ni siquiera comprenden el idioma, pero se derriten por las letras y melodías.
Es común encontrar personas que constantemente piensan que todo del otro es mejor: el marido, el hijo, la casa, el trabajo, el cabello, la cultura… y así va.
Popularmente es conocido como “síndrome del pasto del vecino”, jeje, que es siempre más verde y más bonito.
Con eso dejamos de ver y valorar aquellos o aquello que está tan cerca, porque nuestros ojos quieren cosas nuevas, mientras que muy cerca, a veces a nuestro lado, existe alguien bueno, fiel, con talentos y una carrera tan bonita.
Abra su visión, estreche su relacionamiento y fortalezca sus lazos con esas personas y usted descubrirá verdaderas riquezas escondidas.
¡Aprenda a reconocer y ser plata de la Casa!
¡Un abrazo y hasta la próxima!