Cuando somos niñas, una de las cosas que más queremos es que nuestros padres se sientan orgullosos de nosotras y la peor cosa que puede acontecer es avergonzarlos.
Por eso muchos niños acaban aprendiendo a mentir, no sólo por evitar las consecuencias por lo que hicieron, sino para no decepcionar a los padres.
El deseo inmenso de hacer con que los padres se sientan orgullosos de cada uno de nosotros viene de adentro de cada niño – o sea, ese Mandamiento es algo que ya nace con cada uno.
El problema es que el niño crece y en su adolescencia, al ver a otros adolescentes avergonzando a sus padres, ese deseo puro y divino se pierde y el joven comienza a sentir el placer en hacer justamente lo opuesto.
Hoy en día es casi una moda avergonzar a los padres.
Eso se debe a muchos factores, pero el más común de todos está justamente en dar más atención a las amistades que a los padres. Es cómo si las amistades tuvieran autoridad en el asunto y saben de lo que están hablando, mientras que en verdad, la mayoría tuvo un hogar fracasado y la indignación de no tener un padre, una madre, o una familia unida los lleva a querer destruir la familia de los otros.
Sin embargo, lo que muchos no son capaces de admitir es que mientras más deshonran a sus padres, más infelices son. Los padres a lo mejor no son un gran ejemplo, pero no dejan de ser padres, y consecuentemente personas importantísimas para sus hijos. Tanto es que la opinión de los padres a su respeto es la más importante … cuando es negativa, puede traumatizarlos de por vida.
No se realizan en la vida mientras deshonran a sus padres.
Pero, ¿qué es honrar a los padres?
Muchas personas se engañan pensando que honrar es obedecer a los padres. Honrar a sus padres es vivir una vida de la cual ellos se sientan orgullosos, aunque tal vez esa no sea la vida que ellos hayan planeado para usted. Cuando eso acontece, usted se realiza personalmente, pues las personas más importantes en su vida finalmente le admiran.
Cuando mis padres me dicen que se enorgullecen de mí, parece que he alcanzado una meta importante dentro de mí en aquel momento – es una de las sensaciones más placenteras que existen. Ahora imagine cuando Dios Se enorgullece de nosotros…
Ese Mandamiento es tan importante que está directamente conectado al tiempo de vida que tenemos…
Quien honra a los padres, honra a Dios, y quien honra a Dios – Dios lo honrará también.