![tempo-de-despedida-31[1]](http://www.universal.org.ec/wp-content/uploads/2015/06/tempo-de-despedida-311-300x225.png)
Ese es un Mandamiento que parece obvio. Está claro que no debemos matar a nadie, pero ¿usted sabía que lo normal es que la gente se mate unas a otras sin percibir y sin la intención de matarse? Una de las formas más sutiles es con la propia boca o el “teclado”. Con una palabra, usted puede matar una persona.
El “bullying” es un ejemplo de eso. ¿Cuántos no son los jóvenes que se han suicidado por haber sufrido bullying online? La mayoría que sufre con ese tipo de acoso no cometen suicidio, gracias a Dios por eso, pero infelizmente muchas víctimas viven el resto de su vida creyendo en lo que oyeron de sí mismas, haciendo con que todo lo que hablaron a su respecto se haga realidad.
Y no es sólo en la escuela o en las redes sociales que el bullying acontece no… está aquel que acontece dentro de casa. La madre que dice a su hija que ella nunca va a casarse. El padre que dice a su hijo que él no sirve para nada. El hijo que dice a su madre que no ve la hora de ella morir. La hija que dice a su madre que la odia. La esposa que dice a su marido que él es un fracasado. El marido que dice a su esposa que ya no siente atracción por ella.
Las personas van matándose a los poquitos, cada comentario, cada actitud pensada.
Una vez el Señor Jesus dijo:
“Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No mataras” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte.” Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “tonto” a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno de fuego.” (Mateos 5.21-22)
A través de Sus enseñanzas, El Señor Jesús nos enseña a cumplir los Diez mandamientos. Muchos creyentes piensan que están practicando los Diez Mandamientos pero aún no entendieron, siguen en la cuerda floja y acaban disgustando a Dios cuando no piensan dos veces en insultar a quién no piensa como ellos. Insultan, critican, juzgan, apuntan el dedo, discriminan, finalmente… ellos son los que más matan por ahí, pues por su causa, muchos acaban escandalizándose con la fe y peor, perdiendo la salvación. Ya vio mayor matanza que esa? Son verdaderos terroristas espirituales, este yo lejos de ellos.
Con ese tipo de gente, no se discute, no se conversa, sólo se evita.