Cuando se habla de prosperidad, las personas enseguida la asocian a la riqueza, a los bienes materiales, al dinero. Pero ser próspero no es solamente tener dinero en abundancia, sino también es ser exitoso y progresar en todos los aspectos de la vida.
Hay quienes piensan que para ser prósperos necesitan trabajar mucho y sin descanso.
Invierten en los mejores estudios, compiten por vacantes en las mejores empresas y aún así, se sienten fracasados.
Muchos quieren alcanzar la prosperidad, pero no quieren someterse a la dirección de Dios para sus vidas. La obediencia siempre trae bendiciones.
A continuación citaremos 3 promesas de la Biblia para aquellos que deciden vivir esta obediencia al Señor.
El éxito en todos los proyectos:
“Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz.” (Job 22:28)
¿Cuántos son los que viven la frustración de ver que todo lo que proyectan se va por la borda? Pero para aquellos que optan asociarse con Dios, hasta lo que sale mal coopera para el propio bien.
Placer en vivir: “Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice el Señor de los Ejércitos.” (Malaquías 3:12)
Hay personas que son conocidas por sus amarguras y sinsabores de la vida, pero no los que se complacen en las orientaciones de Dios.
Riquezas que nadie posee: “…y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te pongo nombre.” (Isaías 45:3)
Cada tesoro de esta Tierra fue hecho por Dios, Él quiere confiar esas riquezas en las manos de los que Le temen. ¿Le confiaría sus bienes a alguien que no tiene ningún compromiso con usted? Dios tampoco.
Entonces, ¿está dispuesto a obedecer?
La perseverancia nos hizo superar la peor crisis económica en mi familia
Mi esposo y yo teníamos una fábrica de ropa. Exportábamos a países como México, además teníamos mercado en nuestro país. Económicamente estábamos muy bien.
Nuestros hijos estudiaban en un colegio privado, no nos faltaba nada. Todo iba bien hasta que mi esposo tuvo un problema en su salud. A partir de ese momento comenzó mi calvario. Yo no tenía el conocimiento para sacar adelante la fábrica, tuve que vender los autos y departamentos que teníamos para aplacar la crisis por la cual estábamos pasando.
Hasta que conocí las conferencias del Congreso para el Progreso, con el tiempo me fui fortaleciendo a través de la fe, por otra parte conquistamos nuestra casa propia y monté un estudio de diseño. Poco a poco nos hemos recuperado, gracias a Dios. Sra. María
El objetivo de todos es tener éxito, riquezas y alcanzar grandes conquistas materiales. Esas conquistas dependerán de los caminos que se elija, por eso participe este lunes en el Congreso para el Progreso a las 7H, 10H, 12H, 15 y 19H. Av. de Las Amércias 305