Mi vida estaba destruida por causa de un trabajo de brujería, tenía vicios de juegos de azar y alcohol, era una persona que no tenía límites cuando salía era capaz de apostar hasta 50, 000 mil dólares por consecuencia de la vida que llevaba mi familia se vio afectada, dentro de casa sólo había pleitos y discusiones.
Buscando una salida fui a los brujos pero en vez de mejorar la situación sólo empeoraba cada vez más, hasta que un cierto día, mi hermano me invitó a participar en la Iglesia Universal.
Recuerdo que desde el primer día noté algo diferente, de a poco aprendí a usar mi fe y entregué mi vida en el Altar a través de un sacrificio, ese fue el inició de una nueva historia para mi, a partir de ese día Dios empezó hacer la diferencia en mi vida, recibí el Espíritu Santo, mi visión cambió por completo.
Económicamente las puertas se abrieron, compré terrenos, logré comprar ranchos, conquisté tres compañías, maquinaria para las tierras, carros, pero la conquista más importante que tuve es tener el Espíritu Santo y mi salvación, hoy puedo decir que tengo una vida realizada, mi famila es una bendición, somos muy felices.
“Después de un verdadero sacrificio la visión cambia y las cosas simplemente fluyen”.
•• Sr. Filimon Saucedo