Existen muchas personas que han visto testimonios de restauración física, económica y espiritual, por ese motivo se preguntan: ¿será que sólo por el hecho de ir a la iglesia su vida ha cambiado? ¡Claro que no!.
El hecho de venir a la iglesia no va cambiar absolutamente en nada.
Una cosa es que usted venga a la iglesia y otra muy diferente es que usted tenga una Alianza con Dios y viva conforme a Su voluntad.
Muchos quieren hacer las cosas a su manera, y exigen que Dios les responda, pensando de esa forma Dios nunca va a manifestar Su poder en la vida de quien no obedece Sus Mandamientos, lo contrario sucede cuando la persona se rinde a Dios y literalmente dice: “hágase conforme a Tu voluntad”, sólo entonces el Señor Jesús le dará esa vida abundante que tanto anhela en todos los aspectos.
En el libro de Hechos 1:8 dice: “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros”, ahora entiende porque hasta hoy su vida no ha cambiado. Tal vez usted ha hecho todo lo posible para que su vida cambie, pero no lo ha logrado, porque le hace falta el Espíritu Santo en su vida para dirigirlo.
Si usted se detiene un minuto para pensar en todas las decisiones que ha tomado y se da cuenta que todos los errores cometidos es por la falta de ese Poder, tome una actitud. Con respecto al tema dice más en el libro de Hechos 2: 1-4 “ Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas”, ese Poder tiene que estar en su vida y se preguntará ¿cómo obtenerlo? La respuesta es muy simple, usted tiene que tomar la decisión de dejar todo su pasado, traumas, miedos, prejuicios, rencores, etc; para vaciarse de sí mismo, estar con el corazón totalmente limpio y dispuesto a obedecer Su Palabra, para así poder tener el privilegio de recibir el Espíritu Santo.
Tenga por seguro que con ese Poder, su vida será transformada por completo.