La glándula tiroides está localizada debajo del cartílago tiroideo, en la parte delantera del cuello.
Las células de estos cánceres se parecen mucho al tejido normal de la tiroides cuando se observan al microscopio. Estos cánceres se originan de las células foliculares tiroideas, y se describen a continuación.
Cáncer papilar: aproximadamente ocho de cada 10 cánceres de tiroides son papilares. Suelen crecer muy lentamente, y por lo general se originan en un sólo lóbulo de la glándula tiroides. A pesar de que crecen lentamente se propagan a los ganglios linfáticos en el cuello.
Cáncer folicular: También denominado carcinoma folicular o adenocarcinoma folicular, es el próximo tipo más común, representando alrededor de uno de cada 10 cánceres de tiroides.
Cáncer de células Hurthle: este tipo también se conoce como carcinoma de células oxífilas. Alrededor del 3% de los cánceres de tiroides son de este tipo que es más difícil de encontrar y de tratar.
Las opciones de tratamiento para el cáncer de tiroides pueden incluir:
Cirugía, tratamiento con yodo radiactivo, terapia de hormona tiroidea, radioterapia , quimioterapia, terapia dirigida. A menudo se combinan dos o más de estas opciones de tratamiento.
La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar, especialmente si no se han propagado a partes distantes del cuerpo. Si el cáncer no se puede curar, el objetivo del tratamiento podría ser extraer o destruir tanto cáncer como sea posible y evitar que crezca, se propague o regrese por el mayor tiempo que sea posible.
Cuando el tratamiento no es efectivo ahí entra el Poder de Dios
El cáncer en la tiroides estaba en una etapa muy avanzada
“Me estaba realizando chequeos médicos y en uno de los exámenes realizado el médico me indicó que la tiroides estaba un poco anormal, después de varios análisis pudieron constatar que tenía cáncer en la tiroides, esa noticia me dejó muy alarmada pues había escuchado que varios familiares murieron a causa de esa enfermedad. Procedieron a operarme para removerla, porque su estado era muy avanzado. A concecuencia de esta operación me indicaron que no podría tener hijos.
Al operarme no tuve un resultado positivo porque el dolor persistía y me sentía mal.
Recibí una invitación para participar de las reuniones de sanidad y así fue como Dios comenzó a trabajar en mi, después de varios mes de lucha los dolores cesaron y pude quedar embarazada. Dios me sanó por completo los médicos quedaron sorprendidos al ver la evolución del caso. Tengo dos hijos que gozan de una salud completa y mi salud fue restaurada”. Sra. Sara S.
¿Usted tiene alguna enfermedad que no logra descubrir la causa, y tampoco ha obtenido un tratamiento adecuado, sólo a logrado aliviar el dolor, pero sin poder curar la enfermedad? ¿Usted ha visto cómo su salud se ha deteriorado? Entonces no pierda la oportunidad de recibir el poder de Dios en su vida, participe este y todos los martes a las 7H, 10H, 15H y especialmente a las 19H en todas las iglesias Universal más cercana de su hogar.